La destrucción de Palestina es la destrucción de la Tierra, de Andreas Malm, publicado por LOM, es un ensayo que funde análisis político, historia y ecología para mostrar que la devastación ambiental no puede separarse de la violencia y el despojo que atraviesan el territorio y las comunidades. A partir de una lectura que cruza conflictos, estructuras estatales y dinámicas del sistema energético, el libro sostiene que las decisiones sobre tierra, seguridad y recursos se juegan en una lógica de poder que reproduce daño al mundo natural.El texto propone que, ante cada atrocidad, ante cada intento de censura o represión, ha habido una respuesta que tiende a normalizar la violencia y a consolidar un statu quo impugnable desde la ética y la justicia ambiental. En ese marco, el Estado israelí aparece como un caso paradigmático de una trayectoria en la que la pretensión de seguridad y control le otorga impunidad por encima de las necesidades de las poblaciones afectadas, situando a Palestina en una posición de desposesión y vulnerabilidad que persiste a lo largo del tiempo. Esta revisión no se reduce a un análisis puntual de un conflicto concreto, sino que se propone como una lectura de las dinámicas estructurales que vinculan ocupación, asentamientos y control de recursos con un deterioro continuo de los territorios.Una idea central que atraviesa la obra funciona como una clave interpretativa: la relación entre poder y límites en el marco de las estructuras coloniales. Al multiplicarse las afirmaciones de dominación y la insistencia en un control sin matices, las respuestas de resistencia y las intentos de moderación se ven desbordados por una lógica de repetición que termina afectando a la tierra misma y a su capacidad de sostener vida y comunidades. El resultado es una devastación que no se circunscribe a una zona geográfica concreta, sino que se proyecta hacia Gaza y otros lugares donde las dinámicas de ocupación, seguridad y extracción tienen consecuencias ecológicas de gran alcance.La obra establece después un puente provocador entre la política de la guerra y la crisis climática: no existen límites reales a la extracción de combustibles fósiles, y la economía global continúa impulsando un crecimiento que agranda la desigualdad y empuja a amplias capas de la población a situación de vulnerabilidad. El análisis señala que, históricamente, actores como Estados Unidos continúan aumentando su producción de petróleo y gas y que las proyecciones para el futuro muestran curvas de consumo que no se aplanan. En este contexto, las lógicas de dominación y las dinámicas extractivas se conectan, formando un marco en el que la justicia climática y la descolonización se presentan como tareas entrelazadas.Con un estilo claro, riguroso y, a la vez, polémico, Malm ofrece un marco para entender la justicia climática como una condición ineludible de la descolonización. El libro invita a repensar conceptos como seguridad, progreso y desarrollo desde la perspectiva de quienes sufren las consecuencias de la guerra, de la ocupación y de la extracción intensa de recursos. Es una obra relevante para lectores interesados en política global, estudios poscoloniales, sociología ambiental y movimientos por la justicia climática, que buscan entender cómo las luchas por la tierra y por el clima se influyen mutuamente y demandan respuestas transformadoras.Autor: Andreas Malm. Título: La destrucción de Palestina es la destrucción de la Tierra. Editorial: LOM.